Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

lunes, 28 de abril de 2008

Desaparecida

Una señora mayor, unos 90 años, ha desaparecido en mi pueblo. Había salido con una hermana suya de paseo y recogido algo de leña. Habitual entre la gente mayor que no desperdicia el tiempo ni la oportunidad de volver a casa con algo. Se había olvidado el garrote (digo yo, que tampoco lo necesitaría mucho) y le dijo a su hermana que volvía a buscarlo. No vayas, mañana volveremos por el. No tardó mucho la señora en ir a casa de la desaparecida. Ambas son viudas. Otra señora, le dijo que había marchado a buscar el garrote y ella, también fué. Llegó donde se habían olvidado del bastón pero a su hermana, no la encontró. De esto hace ya varios días.

Han rastreado la zona con helicópteros, guardia civil, personal de los pueblos cercanos, voluntarios. Nada, parece como si la tierra se la hubiera tragado. En tanto no se resuelva el misterio, la imaginación comienza a ponerse en marcha. Y una certeza se hace cada vez más evidente: sería un milagro encontrarla con vida.

Y a la par, el temor comienza a hacerse un hueco entre los habitantes de la zona que cada vez se encuentran más desprotegidos ante el aumento de la delincuencia, que casi campa a sus anchas en las zonas rurales.

viernes, 18 de abril de 2008

Días aciagos

Tras la felicidad ha venido el desastre. Una tormenta larvada que ha acabado por declararse. Mi Princesa querida, llora en silencio y yo, me encuentro inerme y solo me queda la posibilidad de llorar con ella y consolarla en la medida de mis fuerzas que no son muchas.
No se si el Destino nos busca o vamos nosotros a su encuentro. En todo caso, es un kabrón.

Una vez más, se cumple aquello de que "quien da pan a perro ajeno, pierde pan y pierde perro"

Perros malditos.......

lunes, 14 de abril de 2008

vuela, vuela, palomita



Esta canción, me la cantaba mi padre, acompañándose del violín, cuando yo tenía 2 ó 3 años. La había buscado por todo internet y al final ¡EUREKA!, la encontré. Es una joya de 1938.

domingo, 13 de abril de 2008

La carta

Ayer, leyendo el post de un blogero amigo en otra comunidad, y con el mismo título, me vino a la memoria otra carta.

Eran los años del gobierno de Suárez. En la empresa donde yo trabajaba, surgieron discrepancias en la aplicación de los Pactos de la Moncloa. Relativos al dinero como no podía ser menos.

Tras discusión previa con el abogado laboralista que nos llevaba los asuntos a los currantes -éste se negaba a ir a Magistratura con el pleito- presentamos un recurso ante el juzgado. A su tiempo, fué notificada al representante de la empresa y al de los trabajadores el día y la hora de la vista.

El representante de la empresa, al recibir la carta, se la entregó al delegado de los currelas. Este, se dió inmediatamente cuenta de que esa misiva no era la suya pues ya la había recibido previamente en su domicilio. Pero se calló. Lo puso en conocimiento del letrado y optaron por guardar silencio.

Así, llegó el día del juicio. Estando en la sala de espera, donde no podía ver ni ser visto, escuchó a su abogado hablar con los de la empresa. El mundo se le cayó encima. Qué rato de nervios. Tras una larga espera, no los volvió a oir y posteriormente apareció su abogado. ¿Cómo ha ido todo? ¿Sabían de nuestra estancia aquí y el motivo?. Todo ha ido bien. No.

Ganamos el juicio y los dineros en litigio. Conociendo a los jefes del jefe, imagino que la que le caería encima cuando se enteraran, sería suave.