Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

domingo, 27 de enero de 2008

Resistiré

Aunque tú por la noche me invadas, resistiré.

Si por el día me intimidas, resistiré.

Y así que pasen los años, resistiendo,

poco a poco, sin saberlo, iré muriendo.

Mamá, cumple 100 años

Hoy, cumple años. Aunque nunca leerá estas líneas, quiero darle las gracias por todo lo que ha hecho por mí desde los ya lejanos días en que fuí concebido; pedir perdón por todos los sufrimientos y sinsabores que mi persona les ha proporcionado.

Son muchos años de alegrías y temores. Toda una vida. Como hijo y padre, considero que no hay que estar manifestando contínuamente amor mútuo. Solo con sabernos ahí, por si somos necesarios, nos vale. Para dar el apoyo cuando se necesita y hacer mutis y ser invisibles, el resto del tiempo. No comprendo a esos padres que casi abandonan a sus hijos a su suerte. A mí me ayudaron cuando lo necesité en la medida de sus posibilidades y yo he hecho lo propio con mis hijas. Ahora, mi felicidad, es saber que están ahí, unos y otras.

Mi madre es digna representante de la estirpe Chulilla. Cuando un vecino usurpó, con la connivencia del alcalde su cuñado, el callejón lindante a nuestra casa, armó la de dios es cristo. Con él; con el alcalde; llevó al juez. Y fue al pleno del ayuntamiento y la echaron. Porque si la dejan, aparte de poner a parir al alcalde, que lo hizo, le abre la cabeza con una silla. "Menudos cojones tengo yo pa que me llames cordera". (Y su hermano, teniente alcalde a la sazón, manda cojones. Y del pp para más inri. ¿Hay algo más estrambótico que un obrero votante y edil de ese partido?. Aunque aquello fue el principio del fin entre ambos).

Si hubiera vivido el abuelo, ninguno de los dos cuñados hubiera tenido huevos ni de respirar. Aunque la violencia no es el camino, a veces es la solución. Luego, los tribunales, haciendo bueno aquello de que la justicia es un cachondeo, dieron por buena la actuación del ayuntamiento, plagada de irregularidades. Atajo de sinvergüenzas que protejen el cortijo. Es una espina que compartimos.

Mujer tenaz. En filias y fobias. Algo he heredado de ella aparte la vida. Pelín cagazas para el potro del tormento del dentista (al final, se sacó toda la dentadura). A ver cuando yo me desbloqueo y bebo ese cáliz. Lo que en otros pudiera ser malo, es bueno en una madre.

Yo, no tengo palabras. Simplemente, es mi madre. Que no es poco. Ruego a Dios me los guarde, a los dos, muchos años.