Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

jueves, 28 de febrero de 2008

EXÁMEN trimestral

La siguiente pregunta fue hecha en un examen trimestral de química en la
Universidad Complutense de Madrid. La respuesta de uno de los estudiantes
fue tan 'profunda' que el profesor quiso compartirla con sus colegas, vía
Internet; razón por la cual podemos todos disfrutar de ella.
Pregunta: ¿Es el Infierno exotérmico (desprende calor) o endotérmico (lo absorbe)?

La mayoría de estudiantes escribieron sus comentarios sobre la Ley de Boyle
(el gas se enfría cuando se expande y se calienta cuando se comprime).

Un estudiante, sin embargo, escribió lo siguiente: 'En primer lugar,
necesitamos saber en qué medida la masa total del Infierno varía con el
tiempo. Para ello hemos de saber a qué ritmo entran las almas en el
Infierno y a qué ritmo salen. Tengo sin embargo entendido que, una vez
dentro del Infierno, las almas ya no salen de él. Por lo tanto, no se
producen salidas. En cuanto a cuántas almas entran, veamos lo que dicen las
diferentes religiones: la mayoría de ellas declaran que si no perteneces a
ellas, irás al Infierno. Dado que hay más de una religión que así se
expresa y dado que la gente no pertenece a más de una, podemos concluir
que todas las almas van al Infierno.

Con las tasas de nacimientos y muertes existentes, podemos deducir que el
número de almas en el Infierno crece de forma exponencial.

Veamos ahora cómo varía el volumen del Infierno: según la Ley de Boyle,
para que la temperatura y la presión del Infierno se mantengan estables, el
volumen debe expandirse en proporción a la entrada de almas. Hay dos
posibilidades:

1. Si el Infierno se expande a una velocidad menor que la de entrada de
almas, la temperatura y la presión en el Infierno se incrementarán hasta
que éste se desintegre.

2. Si el Infierno se expande a una velocidad mayor que la de la entrada de
almas, la temperatura y la presión disminuirán hasta que el Infierno se
congele.

¿Qué posibilidad es la verdadera? Si aceptamos lo que me dijo Ana en mi
primer año de carrera ('hará frío en el Infierno antes de que me acueste
contigo'), y teniendo en cuenta que me acosté con ella ayer noche,
la posibilidad número 2 es la verdadera y por tanto daremos como cierto que
el Infierno es exotérmico y que ya está congelado. El corolario de esta
teoría es que, dado que el Infierno ya está congelado, ya no acepta más
almas y está, por tanto, extinguido; dejando al Cielo como única prueba de
la existencia de un ser divino, lo que explica por qué, anoche, Ana no
paraba de gritar '¡Oh, Dios mío! '.

Fué el único estudiante que sacó sobresaliente.

enviado sábado, 23 de febrero de 2008

Respeto y ciudadanía

Estamos inmersos en una sociedad que ha cambiado tanto, no siempre a mejor, que hace que se echen en falta unos valores, conductas y comportamientos perdidos y no suplidos por otros equivalentes o superiores. Simplemente, han desaparecido.

Así, frente al respeto a los mayores, hoy, a cualquier mocoso, la edad solo le sirve de motivo para chufla y escarnio hacia la persona mayor. Y no solo de los ajenos, a veces también de los propios. En los colegios e institutos, vemos como un día sí y otro también, se ejercen el respeto y la convivencia de los alumnos entre sí o hacia el profesorado.

Y no es que nosotros fuéramos angelicos cuando teníamos aquellos años. Porque rastros, los hacíamos. Pero a los mayores, les huíamos como el diablo de la cruz; y ya nos guardaríamos muy bien de faltarles al respeto.....En cierta ocasión, fuimos a comprobar la madurez de unas peras....ajenas, por supuesto. Un señor mayor nos vió pero no nos conoció. El hombre nos gritó algo así como: "Legosnardo que tan visto". Los robaperas quedamos acojonados porque habíamos sido descubiertos y contentos al no haber sido reconocidos. Nuestro colega, Leonardo, se llevó las culpas aunque en aquella ocasión no participaba en el latrocinio.

Hoy, sobre todo en la ciudad, el hombre daría media vuelta si era prudente. En caso contrario, correría el riesgo seguro de ser insultado y hasta agredido. A mi santa y su madre, en la puerta de casa, una cuadrilla de zángan@s/gamberr@s ajen@s al edificio, ya la han insultado y amenazado más de una vez al recriminarles su estancia allí y no dejarlas pasar. Y cómo lo solucionas, ¿metiéndote la lengua en salva sea la parte o bajando y moliéndolos a palos? (eso si antes no te clavan una navaja). Si llamas a la poli, aunque vengan, no sirve de ná. Abajo, tienen un fumadero de porros y hasta esnifan coca de vez en cuando. ¡Ay señor, señor!

Pasee La Ramblas, Madrid, Zaragoza, por la noche. La tranquilidad era total en Barcelona. Hoy, no lo haría a esas horas. Salvo que llevara escolta, claro.