Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

lunes, 28 de abril de 2008

Desaparecida

Una señora mayor, unos 90 años, ha desaparecido en mi pueblo. Había salido con una hermana suya de paseo y recogido algo de leña. Habitual entre la gente mayor que no desperdicia el tiempo ni la oportunidad de volver a casa con algo. Se había olvidado el garrote (digo yo, que tampoco lo necesitaría mucho) y le dijo a su hermana que volvía a buscarlo. No vayas, mañana volveremos por el. No tardó mucho la señora en ir a casa de la desaparecida. Ambas son viudas. Otra señora, le dijo que había marchado a buscar el garrote y ella, también fué. Llegó donde se habían olvidado del bastón pero a su hermana, no la encontró. De esto hace ya varios días.

Han rastreado la zona con helicópteros, guardia civil, personal de los pueblos cercanos, voluntarios. Nada, parece como si la tierra se la hubiera tragado. En tanto no se resuelva el misterio, la imaginación comienza a ponerse en marcha. Y una certeza se hace cada vez más evidente: sería un milagro encontrarla con vida.

Y a la par, el temor comienza a hacerse un hueco entre los habitantes de la zona que cada vez se encuentran más desprotegidos ante el aumento de la delincuencia, que casi campa a sus anchas en las zonas rurales.