
Aquel día, no se encontraba bien; no se sentía con ganas de ir a trabajar. Sus padres, no obstante, le convencieron para que, a pesar de que en su interior algo le decía que no debía ir a trabajar, cogiera su pequeño ato y se encaminara hacia el tajo. 5 ó 6 kms. caminando.
En aquellos años, no existía la protección del menor que tiene lugar ahora. Un niño de 12-14 años ya era considerado un adulto a efectos de ejercer un trabajo. Doy fe de ello, y este hecho ocurrió muchos años antes de que yo naciera.
Así, aquél niño, que aún no encontrándose en condiciones hubo de ir a realizar una tarea que hoy nunca jamás en nuestro país le habría sido asignada, y a pesar del presentimiento interno que nadie supo interpretar, se encaminó, sin saberlo, hacia su muerte aquella tarde en la mina.
Cómo murió, no importa. Una vagoneta, un barreno, una chorrera, .......truncó su vida. Su hermano, el tío Daniel, nos contaba hace poco como aquel día su hermanico decía no hallarse bien y no quería ir a trabajar. Era primo hermano de mi padre, y yo, a pesar de no saber su nombre ni haberle conocido, con este post quiero honrarle.
Muertes anónimas, que nunca serán tenidas en cuenta para medalla alguna.