Supongo que a muchas personas les pasará lo mismo. En momentos de debilidad, nostalgia o decaimiento, mi mente se sube al corcel indomable del pensamiento incontrolado y comienza a divagar. Ello hace imposible coordinar cualquier otra actividad a un PLC monotarea como el mío.
Hay ocasiones o temporadas en que, quizá influido por la luna, agarra una perra y no la suelta en días. Esto conlleva que, a veces, el período nocturno en teoría de sueño y descanso, sea mucho peor que el de vigilia.
Si algo hay de cierto en el dicho "quien hambre tiene con pan sueña" , yo soy un muerto de hambre. Apetito voraz de muchos años soñando estrellas y otras aventis que como el arco iris, son etéreas y cuanto más las persigues, más inalcanzables se hacen. Una vez tuve una en mis manos. Pero las lágrimas derramadas por no ver las estrellas, no me dejaron ver el sol que me cegaba y no la supe retener.
Me pasó como al rey Boabdil con Granada: "Llora como mujer lo que no has sabido defender como hombre".
Hoy, es uno de esos días tontos de mi disco duro. Hay luna llena.
(me quedan 40 días)