Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

jueves, 4 de diciembre de 2008

ANTES MORIR QUE PERDER LA VIDA

Vengo leyendo en varios blogs, post muy negativos, de personas que parece no se encuentran en su mejor momento, o esa es la impresión que a mi me dan.

Sin pretender dar lecciones de nada ni moralinas extemporáneas, sí que desearía hacerles llegar a esas personas una pesetica de ánimo. Nada es verdad y nada es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira. Todos en un momento dado, por diferentes motivos, nos toca vivir o atravesar situaciones que nos dejan el espíritu hecho una piltrafa. Lo superamos, o no, como podemos. Habemos gente que sin tener nociones de lo que hacemos, o por eso, nos evadimos de la realidad a través de este medio en el cual vivimos otra realidad. Entre y en ella me incluyo.

Pero hemos de darnos cuenta de que nuestra actitud negativa, lejos de atraer hacia nosotros afectos y efectos positivos, lo que consigue es alejar a las personas de nuestro entorno, a las que queremos, que poco a poco, conseguimos que se vayan alejando al tiempo que somos infelices y hacemos que los demás también lo sean. Por desgracia, me es muy conocido el comentario sobre las fiestas: "no sé para que vienen u ojalá se hubieran pasado ya". ¡¡Pues no!! . Hay que disfrutar de esa mesa, por pequeña en número que sea, pensando en que quizá, tal vez otro año, alguno hayamos emprendido el viaje definitivo, y ese si que es irreversible.

Para cuando me siento acosado, tengo una bitácora clandestina. En ella vacío mis particulares demonios cuando estos, sobre todo por la noche, me atacan. Y para otras causas, otras soluciones o alternativas. Antes morir, que perder la vida.