Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

viernes, 19 de diciembre de 2008

HOY, ES EL COMIENZO DEL RESTO DE MI VIDA

General Motors España

Ahora, cumplida la etapa activa dentro de la empresa, llega el momento de hacer una recapitulación mínima y dar un ligero repaso a algunas cuestiones.

Desde el ya lejano 80, han ocurrido muchas cosas dentro de la empresa y de nuestras vidas. En este momento, parece como si una especie de amnesia difuminara y borrara todo de mi mente. Unas buenas y otras no tanto. Ya irán apareciendo todas con el tiempo.

Yo era receloso de esta empresa cuando se instaló en Figueruelas. De hecho, fue el marido de una prima que siempre estaba incordiando por Capitán Portolés, quien me facilitó y echó la instancia por mí. Luego, yo formé parte de la plantilla y él se quedó fuera.

¿Síndrome de Estocolmo? Para nada. Pero quiero expresar mi deuda a ese Ente llamado General Motors. Me ha permitido consolidar y sacar adelante a mi familia sin sobresaltos.

No puedo opinar lo mismo de quienes la hemos formado y las gentes con las que me ha tocado convivir y trabajar. He pasado momentos muy duros, durísimos. Quizá merecidos, o no. Las criadillas a la plancha para el kabrón del jesuita y el árbitro. (Este último, salió en Intervíu a raíz de la manta de hostias que le propinaron en un pueblo que se encaró con el público).

Esta organización en Figueruelas, no iba a ser una excepción respecto de la idiosincrasia española. Con una cabeza visible que a su vez es otro asalariado, por muy bien pagado que esté, de ahí para abajo ha sido y es un reino de taifas en el cual han florecido y primado el amiguismo y el nepotismo más descarnado y descarado, cuando no putrefacto. A quien piense que opino desde el rencor o el resentimiento, le diré que es posible, y que he estado en el puesto y con la categoría que quería. Aunque no es el momento de matizar y mucho menos dar explicaciones.

A esta empresa, la denomino Nuestra Señora de General Motors (sin ánimo de ofender). En general, a todos se nos ha aparecido la virgen dados los tiempos que corren. Pero no es menos cierto que algunos, se han acostado con ella. Ocupan puestos que ni hartos de vino, hubieran soñado desempeñar. Ingenieros superiores a las órdenes de gentes contratadas de oficiales (algunos de 3ª) ó peones. La preparación, estudios o capacidad fue suplida por el dedazo correspondiente.

Así nos va. Ahora, nos hemos convertido en especialistas en captar los recursos del estado.
 
Releo este post el día Cinco de Marzo del 16.