Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

lunes, 29 de diciembre de 2008

dia de resaca

Dia de resaca
Hoy, ha salido soleado. Frío, como estos días pasados, pero al menos nos hemos librado de la niebla.

Me voy a dar un voltio, más que nada, a ver las cajeras del cortinglés que haberlas haylas (como las meigas) y mu güenas y guapetonas. La mañana, con sol, pero no está para alegrías. En Grancasa, se nota que hoy es día de resaca. L@s amables lectores (aquello de los vascos y las vascas me parece ridículo, y espero que nadie se moleste, por eso uso la algarroba, @) deberán saber que es un gran centro comercial -como otros de las grandes ciudades- en el cual podrías sobrevivr sin salir de el. Como Tom Hanks en La Terminal.

Se nota que hoy es lunes. Poca clientela. Sin prisa y observando, me subo a la tercera planta y sobre la marcha observo los ordenatas y las teles último berrido. Hasta en los dependientes se nota que hoy no toca, al menos a estas horas. En la planta del Ocio, veo las películas de la cartelera. Algunas ya las he visto, pero no diré donde no sea que la xgae me esté espiando. Los bares, están desiertos así como los pasillos. Como a mí me gusta. Detesto las multitudes y aglomeraciones. Me tomo una birra en un establecimiento que es especialista del tema. Al bajar hacia la planta intermedia por las escaleras mecánicas, veo la picota de un abeto solo de bombillitas que simula un árbol de Navidad. Paso por la puerta del bingo y ¡oh decepción! está cerrado.

Ya en la planta baja, contemplo el árbol antes mencionado en su integridad. A sus pies, vacíos, los tronos de los Reyes Magos. Quizá es que trabajen en turno de tarde. Veo un escaparate de ropa interior y ¡ay! ya nunca podremos lucir esas tallas. En otro lugar estará la compensación. Al llegar a la plaza de la fuente, entro a la librería. Montones de libros, eso si, ordenados. Los autores de moda, y como no, Pilar Urbano con el libro de la Raina. Pérez Reverte y su Dos de Mayo (patente de corso, me pone), Manuel Vicent, Gala, Ken Follet y la continuación de Los pilares de la Tierra, etc. En un lugar ¡lagarto, lagarto!, me encuentro a Losantos y Vidal. Paso de largo no sea que algo se me pegue. Aqui hago un lapsus para decir que antes leia mucho, luego poco y ahora solo en internet. Los Pilares de la Tierra, lo tengo empezado y sabe dios cuando lo acabaré. Estoy con los hijos del conde caído en desgracia buscando la manera de obtener algún chelín honradamente.

Ya fuera de nuevo, contemplo las casetas y los enanitos autómatas para los niños. Y tomo buena nota. Al pasar por la relojería ¡cómo no!, me acerco a ver los pelucos de oro. Es una costumbre, como la de ir a ver a las cajeras. Siempre estaremos en bandos distintos. Paso por "la perrería" y ello me recuerda que, mi santa, "con uno en casa" ya tiene bastante. Las pistolas de fogueo, me ocurre lo mismo que con los relojes. Me bajo a la planta baja y en el despacho de loterías, veo un número que me llama la atención. Compro dos décimos, fundiendo las ganancias del día 22 y rematando con un boleto del euromillones. Allí me entero que hoy es viernes. La pescadería del Hipercor, está vacía; como el resto del hipermercado.

Ya en la calle, el día ha cambiado. Casi está nublo. Paseando, me encuentro con un compañero que también está liberado. Tras más de media hora de cháchara intensa, dejamos a nuestros antiguos jefes listos para el lavadero. Pero nos hemos quedado más que satisfechos.

Vacío

Hoy me siento vacío

de ideas y de cuentos,

no acuden a mís dedos

raudas y veloces

perezosas.

Rebusco en mi memoria

desfondada

despues de noches sin control,

contaminada.

Quisiera decir algo con acierto

acerca de inocentes criaturas

mas, en mi el lamento

por sus vidas perdidas,

solo encuentro, viento.