CAMINO DE HIERRO, sendero de barro
SUEÑOS Y QUIMERAS DE UN DESERTOR DEL ARADO.
Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.
lunes, 19 de enero de 2009
Que ni el viento la toque
Que ni el viento la toque, ni mirarla…
Mujer, mi varadero, ni cantarla…
Porque amarga es mi voz, más yo la canto…
Que ni el viento la toque porque tiene
pena de muerte el viento si la toca
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