Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

viernes, 27 de febrero de 2009

La Rueda (del) y el Tiempo




Separada del recinto de la pasada Expo, y alejada, se halla esta rueda a la que yo, aún viviendo cerca, no había visto hasta la semana pasada.

Con un diámetro de 16 metros, toma el agua de una derivación del Gállego o del Ebro. Se supone según les convenga a los responsables. Realmente, es una noria de extraer y elevar agua. A 400 metros ya se oye el gruñir de su eje.

En el mismo espacio, hay un reloj de sol. "Funciona" con exactitud según pude comprobar. Con la hora de invierno, el eje sobre el cilindro cóncavo; la de verano, señalada sobre el suelo.

Realmente, ha quedado un espacio-parque en el que te puedes perder. Con un campo de golf en el centro para los más golfos de la ciudad o los más snobs. Hoy, he robado una pelotita que estaba en la orilla de la valla. Y aún me queda por recorrer la zona sur, aguas bravas, piscinas, y no se que más.

No fuí un entusiasta de la expo, pero algo ha quedado aprovechable. Veremos que ocurre con el pabellón puente, que costó una millonada (el doble de lo presupuestado; más de 70MM de €) y la torre del agua. Otro dispendio. Y no hablo de la flota del Ebro; otro delirio de grandeza -y otro fracaso para nuestros bolsillos de contribuyentes- del alcalde biministro, que antes que le botemos, nos va a dejar en la ruina.

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