Hoy ha sido, es, el cumpleaños de mi señor padre. Podría encontrarse mejor de salud, pero tampoco nos podemos quejar. Esta generación que le tocó vivir la pre, la guerra y la posguerra, con todas las calamidades y penurias, tienen una fortaleza que para nosotros quisiéramos.
Fueron 8 hermanos. Y salvo uno que murió joven cuando el Dr. Fleming aún no había dado con su feliz descubrimiento, los demás han llegado a nonageranios. Mi padre y sus dos hermanas supervivientes, están en ello.
Es necesario hacer acopio de ciertas dosis de edad y de experiencia para darse cuenta de lo que mientras eres joven y sin responsabilidades desconoces. Las vicisitudes, trabajos, esfuerzos, y malos ratos que también los hubo, necesarios para sacar una casa adelante en situaciones precarias. Que cuando te toca a tí, tampoco te das cuenta en el día a día, porque lo consideras la obligación consuetudinaria que hay que cumplir. Solo la perspectiva que dan los años te permiten valorar los sacrificios, los temores y las penas, y por supuesto las alegrías, que los padres viven por los hijos.
Solo le tengo que reprochar una cosa: su honestidad y amor a la verdad. Quisieron elegirlo alcalde o juez. Y desecharon la ocurrencia porque era muy recto. Ello me ha privado de dedicarme a la política para forrarme.
Este mes, se acaba con san Andrés.
30 de Noviembre de 2007
enviado jueves, 06 de diciembre de 2007 21:58 por WARRIORV
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