Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

viernes, 16 de enero de 2009

Quiromasajista amoroso


Ha sido una semana larga y dura de trabajo, nervios, malos entendidos, prisas, estrés…

Hoy viernes necesito algo que me relaje, algo que me haga olvidar esta semana, he quedado a las 16 horas con Andrés para un masaje...

Como siempre llego media hora antes de tiempo, me gusta tomarme un café con él antes del masaje, así charlamos un poco de nuestras cosas…

Hoy he visto a Andrés diferente, se ha cortado el pelo y está mas morenito, las sesiones de rayos V van haciendo su efecto…está guapísimo.

Pasamos a la habitación que tiene preparada para los masajes, como siempre me pide que me desnude y me tumbe boca abajo en la camilla, pero hoy es diferente, habitualmente me pide que me desnude y sale de la habitación mientras lo hago, hoy no , permanece allí de pie mirándome…yo no me avergüenzo y mirándole me voy despojando de mi ropa, hasta quedar totalmente desnuda delante de él , me da una mano y me acompaña hasta la camilla , y acariciándome un brazo me pide que me recueste en la camilla, pone música relajante, enciende unas varitas de incienso y se saca su camiseta dejando su torso al descubierto…siento como se me para el tiempo…

Coge el aceite de avellana y lo esparce suavemente por mi espalda deslizando sus manos …desde mi cuello hasta mis nalgas, pasando por encima de ellas hasta los tobillos, una magia rodea el ambiente, siento sus manos como si me acariciaran con una pluma…mi cuerpo se estremece, mientras sus manos suben y bajan poniéndome la piel de gallina…me olvido de donde estoy, de la tensión , de la mala semana que he tenido, cierro los ojos y me dejo llevar por esas caricias…relájate (me susurra al oído),voy a hacer que te olvides de todo…

Suavemente posa sus labios en mi cuello, jugando con el lóbulo de mi oreja, al sentir su respiración en mi oreja hace que un gemido salga de mi boca, mientras sus manos se recrean en toda mi espalda, glúteos y piernas, dejando que sus dedos suban suavemente por entre mis muslos, empiezo a sentir mucho calor,…mi cuerpo responde a cada caricia, mientras me muerdo los labios y los humedezco con mi lengua…

Ahora es su boca la que da el relevo a sus manos y besa mi espalda dándole suaves mordisquitos…desde el cuello hasta mis muslos…quiero darme la vuelta, pero el me lo impide, diciendo...tranquila, relájate y disfruta linda…

Mientras sigue masajeando cada cm. de mi cuerpo…pasando la yema de sus dedos por el lateral de mis pechos, haciendo que se me pongan durísimos los pezones…

Se saca los pantalones con suavidad y se queda en bóxer, notando como abulta su entrepierna, esta excitado, tanto o más que yo…suavemente me da la vuelta en la camilla, y roza su entrepierna con mi mano, momento en que aprovecho para acariciarle…y noto como su respiración se vuelve mas agitada…

Su boca busca la mía…jugando con mi lengua, dando pequeños mordisquitos a mis labios…mientras sus manos juegan con mis pezones ….lame mi cuello, mis hombros … mis pechos, sus manos van de camino a acariciar mi sexo, que empieza a sentir la humedad provocada por esas caricias…

Su lengua se posa en mis pechos, los lame, los muerde…sus dedos se aventuran a jugar con mi clítoris y con mucha suavidad entran en mi sexo...haciendo escapar gemidos por mi boca que se confunden con la música…

Ahora es su boca la que saborea esa humedad dulzona que emana de mi entrepierna, y juega con mi clítoris…mi espalda se arquea de tanto placer…y sus manos juegan con mi pecho….

Suavemente se saca el bóxer y tira de mi cuerpo hacia los pies de la camilla, hasta que nuestros sexos quedan juntos…y sin penetrarme empieza a pasar su miembro por todo mi sexo…y de repente siento una oleada de placer cuando por fin entra dentro de mi, notando como su miembro crece y palpita dentro de mi sexo... empezando el vaivén con sus caderas y entra y sale pausadamente, mientras su manos juega con mis labios, metiendo un dedo en mi boca para que yo chupe…

La respiración se me entrecorta cada vez mas… mis caderas acompañan su movimiento dibujando círculos …mientras el suavemente coloca mis piernas encima de sus hombros y empieza a entrar y salir cada vez mas rápido y mas fuerte , mis gemidos son cada vez mas audibles…estoy a punto de volverme loca de placer…mis manos se aferran al borde de la camilla...las suyas me agarran de las caderas …y al fin …siento como su néctar se mezcla con el mío…suavemente baja mis piernas de sus hombros y entre espasmos de placer me besa y me dice ….¡hoy al masaje invito yo!

Salí de la consulta de Andrés como nueva, ya no me acordaba de la semana horrorosa, solo del placer que había experimentado con mi masajista……

Buen fin de semana y ya sabéis que un masaje de vez en cuando viene estupendo………

Amanecer del viernes


Voy, como cantaba Victor Manuel, siguiendo el rastro, como un lobo en celo desde mi hogar, de las andanzas, entiéndase post, que se van escribiendo en los diferentes espacios blogeros.

Y de ello colijo la soledad en que me encuentro. La que siempre he disfrutado o padecido. Con lamentos más o menos histriónicos o sentidos, se ve reflejado el estado de ánimo de los blogers. Yo, quizá también en un estado comediante que me niegue a reconocer a mí mismo puesto que carezco de audiencia, también me veo afectado por esos vaivenes que nos imprime el devenir de los contactos interneteros.

Lo estoy pasando mal. Hace tiempo que lo paso mal. He perdido la estabilidad emocional y mi siquis va dando vandazos cual vehículo sin control. No sé si encontraré terreno apropiado para poder estabilizar o el abismo. Tengo miedo. O inseguridad. Esa es la realidad que debo reconocer para empezar a obrar en concecuencia y ser consecuente de aquí en adelante. Tengo miedo a relacionarme. Miedo a las consecuencias. Miedo a que me hagan daño (¿más sufrimiento que estoy pasando ahora?). Esa debe ser la premisa que me debe guiar en el futuro. Sino estás dispuesto a correr esos riesgos, mejor no te embarcas en ningún tipo de relación.

Qué duda cabe que con mi actitud puedo dañar a otras personas. De hecho, así es. Pero es la reacción de las mismas lo que me asusta. Las discusiones siempre me han dado yuyu y ante ellas siempre reacciono de la misma manera. Huyendo. Dando la espantá. O soltando alguna parida que no está dicha con el mismo acento con el que es recibida, pero a ver quien elimina luego la mancha.

En según que tipo de amistad,la cosa puede empeorar. Si esta se acaba, no todos tienen/tenemos el mismo saber dejarlo sin aspavimentos y actuaciones extemporáneas. Otro de mis temores a la hora de salir corriendo. La salida de una amistad cuando esta se termina, no puede acabar como el rosario de la aurora. ¿Pero estamos todos libres de no ser atacados por ese síndrome de abstinencia? ¿Qué garantía podemos recibir ú ofrecer de ello?. Cuando, aunque de forma "camuflada", hacemos gala ante los demás de nuestro estado de ánimo, dando pistas más o menos encubiertas de la pena o motivo que nos abruma ¿no estaremos explicitando esos lamentos con el fin de crear una atmósfera favorable a nosotros y por ende negativa para el destinatario último de esos mensajes? ¿es eso más plausible o deberíamos quedarnos en nuestro rincón lamiéndonos las heridas?

Lo estoy pasando muy mal. Y no quiero ser injusto con nadie. Asumo TODA la culpa del jardín en el que me encuentro y lamento profundamente si he hollado alguna flor antes de haber podido obtener el más mínimo de sus aromas. Cada cual debe aceptar sus errores y las consecuencias subsiguientes. Yo, a pesar de no abandonar un segundo los recuerdos, y como dice mi querida Amaral en "Como hablar", pienso, creo y debo dar por finalizado el episodio que motiva este y anteriores posts. A pesar de que como cantaría Mecano "Me cuesta tanto olvidarte". Pero las discusiones me pueden. Que me sirva de lección y escarmiento. Aunque ya sabemos de antemano que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra. Y yo, animal y burro.