Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

lunes, 9 de febrero de 2009

Pelando la pava


Según el Diccionario de la Real Academia Española, significa “tener amorosas pláticas los mozos con las mozas; ellos, desde la calle, y ellas, asomadas a rejas y balcones.”

Según citan diversos autores, en Viaje por España del barón Charles Davillier se explica que: “…tal vez venga de que la actitud del cortejante, su guitarra o mandolina en mano, ofrece algún parecido con la de una persona que tuviera una pava en la mano izquierda y la estuviera pelando con la derecha. Esta operación necesita, en efecto, movimientos repetidos que no dejan de tener parecido con los de un guitarrero, pellizcando o rasgueando las cuerdas de su instrumento.”

La explicación puede parecer convincente para un francés pero no para un español. La frase se aplicó en Andalucía no al rondador guitarra en mano sino al que corteja desde la calle junto ala reja. Y no solamente a éste, sino que se aplica tanto al festejador como a la festejada.

Quizá se acerque más a la realidad la explicación dada por el folklorista andaluz don Luis Montoto explicada a continuación:

Una dueña, vieja y achacosa, ordenó a su criada que matase y pelase una pava para solemnizar la fiesta del día siguiente. Ésta fue a pelarla a la reja, donde acudió su novio. La moza se retrasaba mucho en la faena, como es de suponer. La vieja gritaba: “Muchacha, ¿no vienes?” Y ella contestaba: “Ya voy, señora, que estoy pelando la pava”. Volvía a impacientarse la dueña y gritaba: “¡Muchacha” ¿qué haces?”. Y contestaba la moza: “Estoy pelando la pava”.

Podría ser que el chiste de la historia fuese posterior a la frase, pero también es posible que fuese esta anécdota la que la originó. De todas maneras, es perfectamente compatible con el humor andaluz y son varios los autores que la citan como posible origen. En la actualidad, bien podría aplicarse al hecho de que numerosísimas personas, platican en amorosa cháchara a través de los modernos medios de comunicación. Como puede apreciarse, no es hiel sino miel, la definición.
Cuando sea mayor, me encantaría "pelar la pava".