Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

jueves, 19 de marzo de 2009

Invasión


Será un misterio el cómo, pero las consecuencias han sido desastrosas. El lunes, llevé a ampliar la memoria RAM del ordenador a la casa donde lo compré. Ese día, funcionó sin problemas. Y al otro, hasta media tarde.

Una vez escrito el post "Experiencias", intenté descargar una foto de tranvía con críos colgados en la trasera. Busqué en Google y la primera línea de la búsqueda, la piqué. Me suena que era argentina. La barra google, ya me avisó que la página intentaba descargar un pop up y esta lo impedía. El puntero se me quedó con el icono de la prohibición y el relojito de arena.

A partir de ahí, desastre total. Se quedó congelado el ordenador y lo tuve que apagar forzado. Comprendía que algo acababa de ocurrir porque me salió una pagina diciendo que había un virus y no se podía eliminar. Me pedia 49 euros para descargar un antivirus. Esa página, era el puto virus. Descargué el Panda y al instalarlo, previamente escanea las memorias y registros, me decía que había varios archivos infectados. Ahí se fue todo a cascala y el antivirus no se instaló.

Luego, el explorer no funcionaba. Menos mal que tenía el Mozilla Firefox y con el rulaba. Pero claro, esa no era la solución. Intenté instalar y desinstalar el explorer 6 y 7. Yo trabajaba con el 7. No corría ni uno ni otro. Instalé, después de vatios intentos de arreglar las cosas por las buenas, el XP. Ni ostias. Harto, eliminé como pude el Explorer 7 y la jodí. Hasta entonces entraba con el Firefox, a raíz de esta acción, simplemente el windows ni arrancaba. Me quedé sin internet.

Como consecuencia, me costó estar todo el puto día con su noche pegado a este trasto. Ayer, salí con el brazo derecho medio dormido lo cual me preocupó. El virus también a mi me había afectado. Hoy, por fín, parece que he logrado acceder a internet con el Explorer y el Firefox tras instalar de nuevo, otra vez, el XP. He vuelto a pasar el Panda, y me ha encontrado archivos infectados lo cual me ha dejado perplejo pues, con anterioridad, ya había limpiado el PC.

No funciona como lo hacía antes. Y me muestra algunos avisos que no entiendo pero que delatan que en sus tripas prosigue la diarrea. Ahora ya temo hacer cualquier otra tentativa suicida. He conseguido salvar los muebles -archivos, fotos, programas, etc.- pero no debo tentar a la suerte. Y he aprendido: que los virus, no se sabe donde se hallan escondidos -además de en las páginas porno o en los envíos de correo masivos-; que no volveré a quedarme con un solo sistema operativo -gracias a Mozilla, seguí accediendo a internet-, y que no volveré a eliminar el Zone Alarm, porque es uno de los mejores cortafuegos que existen.

Los piratas, lo primero que hicieron fue eliminar el cortafuegos de windows y dejarme el ordenador inerme. Y ahora me voy a mirar mis cuentas, no sea que me las hayan limpiado, que no creo, pues mi escañeta tiene un sistema de seguridad que resulta muy eficaz anti phising. (Espero no arrepentirme de lo que acabo de escribir).

Les Falles




Tenía planificado haber visto este año fallas, aunque no en Valencia capital. Pero ya se sabe el hombre propone................y la mujer dispone.

Recuerdo que en mi época guerrera me tocó pasar dos Fallas en Valencia capital. Y aunque, por razones obvias, no podía asistir, la mascletá la oía desde jefatura. Y es como algo que te emborracha. Quieres más. Ese estruendo de las tracas, te envuelve y te hace ser parte de las mismas, como el humo de la pólvora que se eleva.

Los fuegos, son para ver. Las tracas, para oír. Para cerrar los ojos y escuchar el continuo explotar de los petardos. Deseas que el próximo sea mayor que el anterior. Aunque en esa bacanal no hay uno siguiente sino una ola in crescendo que amenaza con hacerte papilla los higadillos. Como cuando en la base pasaban, a ras de tierra, los cazas despegando. Hay que mantener la boca abierta, para evitar que eso ocurra.

La Nit del Foc, es una marea humana dejándose llevar de un lugar a otro visitando fallas que obviamente ya tienes vistas por el día. Había una por Reina Germana, satirizando las uniones entre ancianos -con mucha pela, se supone- y mozas de muy buen ver. El pobre abuelo, llevaba una faba toda mustia y doblada en la mano. Presagio de lo que se le avecinaba. Jijijijiji......

Aquella noche de san José, no la recuerdo especialmente. Íbamos dos parejas, a ella la conocí allí sobre la marcha. Y no hubo feelin. Como bien dice la sabiduría popular, vale más estar solo que mal acompañado. Por cierto, que estando una día mirando la cartelera del teatro Ruzafa, ligué. Un tío, me invitó a comer en su casa una paellita......y se supone que el postre era yo (i). Hay que joderse. Pero no ocurrió como él pretendía ni tampoco le preparé ningún escándalo. No pasó de simple anécdota que me hace sonreír cuando la recuerdo.

PD.- Pues no, no comí paella, ni él polla.