Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

domingo, 3 de mayo de 2009

La Cruz de Mayo


Vista del Cerro de san Ginés, desde el pueblo

Vista del Cerro de san Ginés, vertiente rodenera.


Recién acabado de comenzar el mes de mayo, tras la noche de los Mayos y sus Mayas, nos ha caído la Cruz de Mayo.

Día de recuerdos infantiles y juveniles. Hoy, era fiesta grande. Se subía en romería a san Ginés a bendecir los términos. Tiempo inestable, como ahora, no era extraño hallar la cima blanqueada a primeras horas del día. Pero ahora no es enero. Al llegar arriba, la nieve había desaparecido y el jadeo y el sudor de la escalada quitaban ese frío mañanero.

Reparto de huevos cocidos al finalizar la misa y la procesión. Se llevaba al santo a un risco donde se depositaba la peana, y alli a bendecir los cuatro puntos cardinales, que a mi pueblo le venían de frente pues a la espalda era/es Ródenas y a la derecha Almohaja. A la izquierda nos queda Villar. Todo se ha perdido con el envejecimiento de la gente. Mira yo. Ya soy abuelo. Y sin embargo, en una ocasión luché por arrebatarle a Crispín la posesión de la bandera del santo para subirla al Cerro y lo conseguí. Media docena de huevos cocidos de recompensa. Me alimentó más el haberle mangado la bandera que los huevos duros.

Bueno, todo no está perdido. Se ha adaptado. Ahora salen en procesión al Llano y formulan los mismos mágicos conjuros para que las cosechas sean fructíferas y granadas. Después, en la puerta del horno, se ponen hasta las tetas de comer huevos duros y beber vino. Los nuevos tiempos. Antes nos daban solo uno y ahora hay pa todos. Hasta para los ausentes. Así da gusto.

s/t


Rendido el enemigo, conquista2 sus últimos baluartes y hechos prisioneros el resto, nada queda por contar salvo los desgarros y girones sufridos en la guerra. Las múltiples batallas nos han vapuleado cual choza de cañas azotada por un tornado inmisericorde. Si hay victorias que matan, estamos ante una de ellas. Porque yo no mandé a mis barcos a luchar contra las tempestades. Y siempre nos quedará la disyuntiva de tener honra sin barcos o barcos sin honra, pero no París (si al menos fuera la Hilton). En cualquier caso, nos hallarán cara de tontos perdedores o perdedores tontos. Que no sabría apreciar y explicar la diferencia. Y todo ello por no haber sabido defender como hombre lo que lloraste como mujer. Aquí yace medio mundo, víctima del otro medio. Pues nunca antes la impostura, logró tan alta magistratura. ¿Alguien mentó la Justicia?. Desde los tiempos del padre Adán, es vox populi que las togas y los sayones son un camelo que vino impuesto por el cielo. Una impostura. Hay hombres que aún siendo un desecho, tratan de conseguir la perfección. La Creación, es un algoritmo imperfecto, inacabado, hackeado, inoculado de múltiples troyanos e invadido por un virus letal: los políticos y los banqueros. Tanto monta monta tonto. El programador, debió estar de parranda. No tiene otra explicación. La humillación sufrida y perpetrada anoche por la armada nacional a mano de los corsarios levantiscos y levantinos no tiene nombre ni justificación. Exige una reparación el honor mancillado. Se hace necesaria una nueva campana de Huesca que resuene en los cuatro jinetes del Apocalipsis. Y yo no encuentro la salida al camino de perdición. ¿Será el Camino de san J. María Opus Dei?. Si al menos encontrara el camino de salvación......pero esa breva está en los olmos.