Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

domingo, 12 de julio de 2009

Bueno ¿Y qué?

El otro día, me hallaba en el centro de Carrefour de paso hacia el castillo del Papa Luna. La mañana había amanecido tormentosa y tronadora. Cuando me disponía a abandonar el centro comercial, caía un agua disuasora que amenazaba con dejarme como una sopa si salía a la calle. Poco a poco, nos fuimos agrupando clientes que, como yo, preferían esperar a que la lluvia amainara.

En esto, una persona humana (Trasobares dixit) totalmente cubierta de negro entró dejando un carrito de niño vacío y se volvió a marchar. Presuntamente era una mujer. Solo se le veían los ojos por sendos agujeros en la tela. Como esas capuchas que se ponen los terroristas para "dialogar".

No tardaron en surgir los comentarios al respecto. Por supuesto, todos, censurando esa costumbre o modo de vestir. Al poco, dos mujeres -se suponían madre e hija-, mencionando el carrito abandonado pues la presunta no había vuelto, y a la peligrosidad que pudiera contener, salieron a la calle aunque no había parado de llover.

Aunque estamos cansados de ver, con o sin talibanes, a las mujeres con burka, he de decir que nunca había visto a una persona humana de tal guisa en directo. Y no me gusta. En los tiempos que corremos, no debía estar permitido que la gente ande por la calle de esta guisa. Solo se oculta quien pretende delinquir.

El manido argumento por el cual sus costumbres se deben respetar, aquí no debía estar consentido. Si en la intimidad desean llevar el saco puesto o ir en pelotas, es asunto suyo. Pero en público, ell@s, TOD@S, deben adaptarse al menos de una forma que las suyas, no choquen frontalmente con las nuestras.

La ablación del clítoris o el tema este de las vestimentas, deben ser radicalmente erradicados e impuestos a quienes optan por ellos. Conseguimos liberarnos de los velos en las iglesias y ahora vienen estos otros integristas a metérnosla cruzada. No debemos consentirlo.

Tienen otra alternativa, volverse a sus países de origen. Yo, como aquél, no soy racista, xenófobo, machista, misógino, etc. Pero si lo seriese ante estos asuntos, ¿y qué?