Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

domingo, 30 de agosto de 2009

Así debe ser

Hace unos días, leí un post de un blogero en el cual afirmaba sentirse vacío y sin ideas después de tres años de escribir en su blog. Me sentí identificado en su escrito e ideas pues me ocurren idénticos síntomas de agotamiento de identidad y huída de argumentos.

Aún recuerdo la ilusión de mis comienzos como blogero. Sin tener ideas claras de como se hacía o los pasos a seguir. Alojados en Terra, allí permanecí hasta que las cosas se fueron poniendo difíciles. Migré a El País, alternando los post. Hoy lo he vaciado.

Toda mi "producción" vió la luz en Terra. Admiro a José Luis Trasobares, periodista que fue subdirector del Heraldo de Aragón y hoy independiente en el El Periódico de Aragón. Sus columnas, inspiraron mis post en la forma de escribirlos. Todos ellos relacionados con mis vivencias. Monólogos Virtuales. Historias para no dormir, Vivir para contarla, en homenaje a Gabriel García Márquez.

Memoria agotada y cosas e incidencias no previstas, han dado al traste con el invento. La derrota por la que nunca debí navegar y el ofuscamiento consiguiente, me han sumido en la apatía, la dejadez y la falta de ilusión por escribir.

Hacerlo sobre sucesos o vivencias actuales, cuando me motive, es, sería, salir del marasmo volviendo al contexto y las raíces. Intentaré capear la galerna y si algún tema me inspira, lo reflejaré volviendo al patrón original. Sin mezclar churras con merinas que tanto han influido negativamente en la continuidad de mi blog. Amén.