Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

martes, 27 de octubre de 2009

Nos dejan hablar para callarnos la boca

Quienes hemos vivido al 50% nuestra existencia a caballo de dictadura y dictablanda, nos damos cuenta de que nos dejan hablar, para taparnos la boca.

Qué duda cabe que al vivir la parte de nuestra niñez y juventud bajo la "protección" de la dictadura, en esos años en babia no discerníamos el bien del mal ni a los buenos de los nuestros. Solo podíamos ver que había unos, a los cuales todo les estaba permitido, y otros, que no osaban ni siquiera abrir la boca.

No me cabe duda tampoco, de la corrupción y golferío que en tiempos de Aquél santo imperaban en el suelo patrio. Como muestra Matesa y el aceite de Redondela. Y la cooperativa del pueblo, hoy cerrada, en la cual no quedaba vino y apareció un tino con 8.000 litros de tinto, lo contrario de Redondela.

In illo témpore, al que habría la boca se la cerraban echando ostias (o a ostias). (El asesino de la chica de Sevilla, que se ha reído de policías y jueces y aún sigue en ello, habría ganado el concurso coral en aquellos tiempos). Hoy te dejan hablar. Puedes poner a caer de un burro al gobierno, y no pasa ná. Lo mandas al periódico, llamándole asesino por el apoyo a la guerra de Irak, y te lo publican. Solo pasado un tiempo, te das cuanta de lo audaz e inconsciente que has sido al enviarlo.

Ahora, los políticos, lo han invadido todo. Son el CANCER de esta sociedad. Una metástasis odiosa, corrompida, infecta, delincuente....... y despilfarradora y esquilmadora de nuestros impuestos. El problema es que quienes tienen capacidad de denuncia para enderezar esa situación, forman parte de las células cancerosas que colonizan y parasitan a la sociedad. Esta sociedad está enferma y ríete de la gripe cochina. No se critica y denuncia lo que hacen; más bien se jalea a un grupo frente a otro, -y tú más-, sin pararse a pensar que lo que están haciendo -posiblemente ambos- merece ser repudiado y combatido sin fisuras ni dobleces.

Gürtel, Caja Madrid, Ayuntamientos...... El espectáculo que sobre Caja Madrid están ofreciendo los políticos, TODOS, de esa comunidad es bochornoso y lamentable. Pero extrapolable a otras comunidades. Que unas instituciones depositarias de los dineros de las clases trabajadoras, sean empleadas por polític@s sin escrúpulos, es como para pedir que se levante otra vez, y a puntapiés o latigazos, arroje a estos seres infectos e inmundos al fuego eterno.

Por mi parte, los encerraría a todos en una finca vallada, -sin acceso de salida-, en Los Monegros hasta que se autoextinguieran o como los alacranes, se mataran unos a otros o a sí mismos. Amén.