Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

martes, 22 de diciembre de 2009

LA NAVIDAD cuando aún nevaba




Puede que la nostalgia nos recuerde quienes somos y de donde venimos. Y para mi eso es bueno, siempre que no se añore en demasía el tiempo pasado, que no puede revivirse (si lo sabré yo) y puede amargarle a uno el presente. Pero si ese pasado puede proporcionarnos recordar momentos felices, hagámoslo.

La Navidad, sin duda, es uno de esos momentos. Iba unida al hecho religioso bastante más que ahora; y menos a los turrones y al "champán" -cava ahora-, más que nada porque no disponíamos de ellos en las cantidades que hubiéramos deseado. Eso no quiere decir que no comiéramos turrón de cacahuete y bebiéramos vino gasificado, las más de las veces, o sidra El Gaitero. Como es obvio, la bebida para los mayores.

La construcción del Belén en los días previos a la Nochebuena junto con las vacaciones, marcaban esos días; unido todo ello por la letanía que se escuchaba en las radios del sorteo de la lotería el día 22. Recuerdo la del tío Molinero al pasar por la calleja. Día este, que con el tiempo, se ha convertido en el de la Salud. Tampoco se me olvida que, acompañando a la tía Aurelia que fue de pastora, me caí por entre las traviesas de la cantarilla de la vía del tren en el paso de san Marcos.

Para la confección del Belén, la tropa extraíamos unas "toscas" de verdín natural en los Vallejuelos, donde la era de la tía Petra. Las llevábamos hasta la iglesia para que los contructores fueran haciendo las colinas y praderas. El estreno "oficial" era en la misa del gallo el 24 por la noche. Con la calles heladas casi siempre, los mozos iban por las casas pidiendo el aguinaldo armados de sus zambombas y panderetas, después de la cena y antes de la misa. En la casa que no obtenían aguinaldo, (no sobraba mucho en aquellos años 50), le cantaban aquello de: "Aguilandos tipidido y no mas querido dar, ojalá te se secara la correa del cular". O "Estas puertas son de hierro y los cerrojos de alambre, y los amos questan dentro sestán espanando de hambre". Entre otras.

El día de Navidad, misa grande. Al final, a adorar al Niño mientras las mozas cantaban villancicos; y sobre todo la chiquillería, a mirar arrobados el Belén. Los que habían(mos) intervenido en su confección -era grande- daban explicaciones en plan superior. Entonces, no había figura con el culo al aire, pero de las demás, de todas. Y después de la misa, con un capazo o un cesto pequeño, a recoger los aguilandos: castañas, higos, mandarinas, naranjas, guirlaches......... por las casas de los familiares y amigos. Mis recuerdos se sitúan viviendo en el frontón. Hoy, hay demasiados "figuras" con el culo al aire.

Después.......................a esperar los Reyes Magos.

PD.- Este año, los días prenavideños están resultando muy nevados -en Teruel puede que no haya caído una nevada como esta desde la guerra civil- y con unos hielos que llenan de grandes chupones las canaleras.


enviado martes, 19 de diciembre de 2006 19:45 por WARRIORV