
Asesino al volante, kabrón al volante, etc....... Esta mañana me he dado cuenta de lo poco que valoramos el hecho de que salimos de casa y no somos conscientes de que quizá no podamos, o nos impidan, volver a ella nunca más. El conducir, se está convirtiendo en una actividad de riesgo para quienes vamos temerosos por la vida y sin deseo de molestar a nadie, pero que nos jode un huevo que nos pisoteen.
Me ha ocurrido al arrancar en un semáforo, no estaba en cabeza, que por la derecha se ha cruzado a mi carril, sin aviso previo, un hijoputa con su coche. Al verlo, he tocado el pito y el muy cabrón en vez de respetar mi paso, se ha metido y además ha frenado obligándome a hecer lo mismo. No satisfecho con ello, me ha amenazado con pegarme, y metiéndose en la boca el dedo, en clara alusión a que se la mamara.
Me ha hecho sentir impotente porque en ese momento podía haber ocurrido cualquier cosa. De todo. Porque yo había cogido un martillo que llevo a mano y si se le ocurre venir a mi coche, no se que hubiera pasado. En un momento, por culpa de un hijoptua kabrón, irresponsable y chulo, y sabe dios cuantas cosas más por la pinta que tenía, mi vida podía haberse ido a la mierda. En cualquiera de las posibles salidas. Uno siente las ansias de aplastarlo como a un gusano patatero, pero luego reflexionas, y te das cuenta de que eso hunde tu vida para siempre. Las personas normales, no tenemos esa catadura moral que tienen los delincuentes. No les afecta en tanto a nosotros nos hunde en la miseria y el abismo.
Recuerdo a un chico, Pedrito, más joven que yo y compañero de trabajo de hace casi cuarenta años. Iba con su coche por una de las calles del Coso Bajo zaragozano. Alguien, unos niñatos, le tocaron el auto y el bajó a recriminarles. De dos navajazos, lo dejaron tieso en el sitio. No tengo conciencia de que fueran detenidos sus autores, pero él, al otro día, estaba esperando la autopsia en el Instituto Anatómico Forense. D.E.P.
Hoy, he sido conciente de que cualquiera, bueno cualquiera no, una persona honrada y de bien, el día menos pensado puede acabar como mi compañero a manos de un hijoputa perdido y desalmado sin nada que perder. Descerebrados alienados que les dá todo igual y sin ningún tipo de remordimientos ni conciencia. Dios nos libre.
Me ha comentado mi hermana que a una chica por tocarle el claxon a uno de estos hijoputas esta semana, le habían hecho polvo la cara y roto alguna costilla. Son, asesinos en potencia, dispuestos a llevar a cabo sus acciones criminales sin ningún complejo ni miramiento. (Solo hay que ver a los dos mierdas sevillanos que mataron a la chica. No ha habido forma de sacarles donde ocultaron el cadáver). En otros tiempos, que no añoro, hubieran cantado hasta La Traviata.
Peugeot rojo. 6270 GGV
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