Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

sábado, 10 de abril de 2010

Libros y lecturas



Siempre me ha gustado leer lo que cayera en mis manos. Quizá sea un "vicio" heredado de mi bisabuelo Justo, que a los 90 y pico años, leía mucho y sin gafas. En casa de mis padres estaban suscritos al semanario 7Fechas que se recibía por correo.

A la escuela, aparte los libros que por allí había, y no eran muchos, mandaban unas cajas de libros por correo desde Madrid. Aún recuerdo la dirección: Los Madrazo, 19. Cuentos de Grimm y otros muchos fueron leídos por los escolares; y tebeos. Según mi padre, también en el ayuntamiento había una pequeña biblioteca que, como todo, por desidia desapareció. Jeromín y Robinsón Crusoe se salvaron del naufragio. El abuelo Marcelino también me traía tebeos y libros cuando venía a vernos. La Iliada y La Odisea los recuerdo de entonces.

Pero fué después, al abandonar el pueblo, cuando compré y leí infinidad de libros. Desde novelas de Estefanía y Zane Grey hasta Darwin. En Las Ramblas, en algún quiosco, compraba un libro que luego, en la cama, leía hasta el final, de un tirón.

Leyendo "Los cipreses creen en Dios" de José Mª Gironella, me llamó la atención que mencionara al hereu de Can Cortés. Esta era una masía que había en el camino de la Rabassada hacia San Cugat, al otro lado del Tibidabo en Barcelona. Con los años fue reconvertida en lugar de restauración y yo colaboré en su inauguración.

Con los años, mi interés ha decaído por la lectura. Pero aún sigo. Hace poco leí "Vivir para contarla" de García Márquez. Fabulosa y entretenida lectura, todo lo contrario a "La familia de Pascual Duarte" que fuí incapaz de terminar, como El Quijote. Tengo que buscar "100 años de soledad" para releerla. Me encantó "El nombre de la Rosa", "El Don apacible", "El Hereje" de Miguel Delibes......Y con los estaurofílaques de "El último Catón" de Matilde Asensi, copé mi afán de misterio. Ültimamente, tengo a El Capitán Alatriste y sus aventuras para mis momentos íntimos. Arturo Pére Reverte me encanta en los artículos de El Semanal "Patente de corso". Con dos cojones, sí señor.

Ahora, Internet me absorbe el tiempo libre. Leo los periódicos sobre todo. Y escribir en este blog y el de Terra, cuando funciona, que nos tiene negros. Hubo meses que dejé de escribir. Pero ahora he retomado el vicio. Hasta que sufra otra crisis. Cuando no, juego al póker on line o al rabino o al mus off line.

enviado miércoles, 21 de noviembre de 2007 19:37 por WARRIORV