Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.
domingo, 11 de abril de 2010
Apples
Manzanas
Érase una hermosa y sonrosada manzana muy pagada de sí misma. Egoísta, no pensaba en las demás. Se sentía el centro de atención, y su dueño, la colmaba de atenciones y cuidados
No fueron suficientes. Una mariposa se fijó en ella y estimó el lugar ideal para depositar sus huevos. Sin darse cuenta, poco a poco estos la fueron horadando y destruyendo por dentro. Al cabo de un tiempo, languidecía a ojos vistas. Perdía el color y la otrora tersura de su piel
Su dueño, alarmado, quiso saber cual era la causa. Y descubrió una manchita, casi imperceptible, en su piel. Acudió presuroso en busca de ayuda al lugar donde sanaban las manzanas enfermas. “Ya no hay remedio, está podrida”, le dijeron. Solo el fuego acabará con la carcoma que asola su corazón y evitará el contagio a las demás
La vanidad, nadie prevé por donde y cuando tendrá fin.
Post Nº:482
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