Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

sábado, 24 de abril de 2010

Radio ¿qué?




Homer Simpson

Hace pocos días, en una central nuclear que no mencionaré, saltaron las alarmas radioactivas sin encontrar una causa que lo justificara. Hay que tener empatía con quienes en ella trabajan para asumir que no les llegara la ropa al cuerpo. Los técnicos andaban locos y más teniendo en cuenta los últimos incidentes en la misma.
Símil razonable: una persona agarra un virus de estos que dan caguetas, y poco a poco va infectando a todos los que con él se relacionan.
Esa persona, había sido sometida a una exploración en medicina nuclear para lo cual le inyectaron algún contraste. A raíz de ello, fué “contagiando” a todos los que se aproximaban a él. Y las alarmas, saltaron durante dos días hasta que el sujeto confesó su relación externa con la “energía atómica”.
El galeno se descojonaba con el incidente, los técnicos no tanto.

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