Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

miércoles, 28 de abril de 2010

Alta tensión


Shock

Muerto. La apuesta inútil y sin sentido en un día alegre acabó de esa forma. Tocar los cables de alta tensión con una vara húmeda, trepando por un poste metálico que aislaba una tensión de 10.000 voltios, solo podía tener un final. Hacer saltar el arco eléctrico, y a través de su cuerpo haciendo masa a tierra, permitir el “volcado” de la corriente.
Habían estado de romería y por tanto: “de san Ginés venimos, no borrachos pero bien bebidos”. Ese era el lema que siempre se decía. La cuadrilla “el Rompe”, hacía honor al mismo. Llegados al pie de los dos postes que salvaban la carretera a la entrada del pueblo, Santiago se apostó a que era capaz de subir y tocar los cables con un palo. Nefasto e inconsciente juego. No sé si alguno de sus amigos intentó hacerle recapacitar. Él, no tuvo opción y solo dejó tragedia y dolor entre todo el pueblo.


Post Nº: 490