
Estos días escuché por TV, en una tertulia de esas que saben y dicen más que una reunión de premios Nóbel, que en los USA a los emprendedores que solicitan un préstamo para llevar adelante sus proyectos, solo se lo otorgan cuando pueden exhibir varios fracasos continuados basados en ellos.
Y no se si echarme a reir o a llorar. Porque yo como juntaletras, no doy una. En estos día, he recibido un diluvio de realismo y fracasos. Y es que como yo afirmé en una ocasión sobre un individuo, el cabrón del jesuita: zapatero a tus zapatos. No voy a contar a raíz de que, pues no viene al caso.
Porque no es lo mismo lidiar con una pléyade de individuos celosos y pagados de sí mismos, que una y otra vez me rechazaban proyectos de modificaciones y yo impertérrito seguía insistiendo hasta conseguir verlas funcionando, que lidiar con alguien a quien no ves, quizá tan pagado de sí mismo o más que aquellos otros.
Leo poesía al uso, y la verdad, se me cae el alma al suelo. Prosa, sin más. Tengo enlazado un blog en el cual, su propietario, tiene una facultad para escribir sonetos que me deja con la boca abierta, es más, le admiro profundamente y le envidio por ello. En cierta ocasión, no se quien contra quien, se liaron él y una argentina y aquello era pura delicia. Tienen más facilidad para escribir que yo para decir tacos y palabrotas. Considero que ante gentes así, debo no retirarme, sino quedarme dentro de mi cascaron.
Aunque soy contumaz y de mollera dura. No comprendo que no es lo mismo contarme a mí mismo las aventis que me sucedieron en mi adolescencia que competir con plumas consolidadas. Aunque sean de pavo real. Haré, de momento y hasta que se me pase el soponcio, la penúltima singladura en los procelosos océanos interneteros. Más que nada, por el esfuerzo y el tiempo invertidos. Sé lo que voy a cosechar pues quien siembra vientos recoge tempestades. Pero aprenderé a estarme quietecico y a contarme lo que se me ocurra y sino, calladico, que estoy mu guapo.
Así pues, igual pido un préstamo, ahora que mi curriculorum ya está consolidado en fracasos, para editarme un book con mis posts. Me haría ilu y hasta es posible me lo concedan. Debo empezar a hablar bien de los bancos y cajas a pesar de que los considero unos facinerosos, filibusteros y ladrones. Pero lo dejaré para otro día.
Para empezar, liberaré a mis favoritos de direcciones inicuas. Au revoire.
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