Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.
martes, 29 de junio de 2010
Renfe. Relatos de viaje
Como me prometí, aquí están los ganadores. No entro a valorar la lírica o poesía de los mismos. Me ratifico en que no son reales. Y el lema era: relatos de viaje. Pero no decía nada del vehículo empleado.
Ganadores del Concurso
Primer Premio
Autor : Pedro Zabalza López
Volví de aquel viaje siendo otro. No digo distinto, no: otro. Lo noté nada más llegar. Me extrañó que nadie más se diera cuenta. Mi familia, mis amigos me trataban como siempre, y yo pensaba: “Pero, idiotas, ¿no veis que no soy yo?” También ellos me resultaban extraños y me fui distanciando. El trabajo se me hacía pesado, y mis antiguas diversiones me aburrían. Un día recibí una postal: “Tienes que volver”. Era mi letra. Cogí las pocas cosas que identifiqué como mías y subí al tren. Conforme pasan los kilómetros, voy reconociendo mi rostro en el cristal.
Segundo Premio
Autor : Antonio José de la Cruz González
En el silencio surgió una voz para preguntar si me molestaría charlar. Contesté que no, que siempre es agradable conversar durante un largo viaje. Dejé mi libro a un lado y le miré. Lucía dejadez lozana en un rostro curtido por el sol y la aventura. Me empezó a narrar una vida azarosa mientras apuraba de manera histriónica un caramelo regalado. En quince minutos me reveló sus sueños. Sin dejarme hablar. Cuando el tren se detuvo, se despidió dándome una tarjeta. En ella estaba mi nombre y en el reflejo del paisaje que se alejaba lentamente, mi cara.
Tercer Premio
Autor : Pepe Bejarano Ocaña
Miró intentando ver el rótulo de la estación que dejamos atrás, su rostro cambió a una pregunta, pero yo seguía viendo poesía en su boca. Entonces saqué de mi cartera el folleto informativo y le expliqué a lápiz dónde apearse, el andén, y la hora de paso para recuperar su rumbo.
Ella estudió el dibujo como si fuese el diagnóstico de un cirujano antes de despedirse apresuradamente, y abandonar el convoy.
El papel quedó olvidado en su asiento ahora vacío, y yo comprendí que aquellos garabatos constituían el mapa del tesoro para el pirata que nunca fui.
http://web02.renfe.es/u94/MTR/libroCercanias.nsf/
Post Nº:461
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