Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Pobre España



Creo que fue Larra en el siglo XIX quien escribió aquello de: "Españolito que vienes al mundo te guarde Dios, que una de las dos Españas, ha de helarte el corazón". Si don Mariano levantara la cabeza, jodido lo iba a tener, pues hoy hay tantas españas que no sabría cual era la que jodía más. (Y no me refiero al acto de aquí te pillo aquí te mato, en el cual los españoles lo hacen más de boquilla que por el método tradicional).

La perspectiva que tiene la ciudadanía española, y la asimilada, es, más que oscura, negra. Acabo de leer un artículo del profesor Vicenç Navarro en respuesta a Santos Juliá (no sé quien es), el cual no hace más que reflejar esos ocuros tejemanejes a través de los cuales, las gentes que siempre han estado viviendo a la sombra del poder,  mienten y descalifican a quienes osan intentar hacer algo de luz en el pasado tenebroso y criminal de muchos de ellos, que siguen parapetados en y al abrigo de un poder con cara de cordero aunque en el fondo sigue siendo un lobo dispuesto a hacer sangre y volver a las andadas a la más mínima oportunidad que se le presente.

El gobierno, y por extensión los políticos que padecemos, un día sí y otro también se empeñan en alejar a la ciudadanía cada vez más de la posición que mantienen pues sus resoluciones y formas son diametralmente opuestas a los intereses y preocupaciones del pueblo. Se han convertido en autistas, van a lo suyo, siendo esto último el mantenimiento, uso y disfrute de un poder que les permite seguir disfrutando su modus vivendi a través de su insolidario, errático y nefasto modus operandi.


No disfruto de un verbo ágil y florido para hacer de mis escritos una perorata florentina, pero sí sé lo que no quiero. Y no me gusta nada, pero nada nada, este gobierno embustero y traidor. Robin Hood al revés. Merece desaparecer de nuestras perspectivas próximas y futuras. Débil e inútil. Solo el desprecio merece como respuesta, suma y sigue de sus errores y mentiras, la postura que mantiene ante el apaleamiento de los activistas prosaharauis en El Aaiun. "Que respeten el orden vigente" y "no está demostrado que fueran policías quienes les golpearon". Cabestros. ¿A qué orden vigente se refieren esos malnacidos? ¿al del terror impuesto a la fuerza por un régimen dictatorial y tirano como el marroqui? ¿al que regía cuando de una forma cobarde y a traición los políticos del momento abandonaron y entregaron al moro a un pueblo que ellos mismos se habían llenado la boca llamándole español?.

Pero si giramos la cabeza, la desolación y el abatimiento invaden nuestro espíritu y nuestra existencia. La "alternativa", son Alí Babá y los cuarenta ladrones. La caverna más retrógrada y tirana, heredera de los criminales de la dictadura, cómodamente instalada en los resortes del poder y metiendo las manos y las pezuñas en los fondos comunes y en los privados. Robando a mansalva y sin ningún rubor. Pasándose por el forro de los cojones a la ciudadanía y a la ley. Claro que esto último, con la inestimable ayuda de demasiados jueces, más que amigos, que persiguen a quienes tratan de pedirles cuentas, exonerándoles de ellas cuando aún llevan las manos manchadas de sangre o los billetes les salen por los bolsillos de los trajes gratuitos.

Por todo lo anterior, pobre ciudadanía española. Sin poder enviar a Sibería a toda esta caterva de políticos trincones, falsos demócratas faltos de honestidad, nos esperan años difíciles en los cuales volverán a ser fuertes con los débiles, tal y como se comportan los cobardes, y débiles con los fuertes. Pero eso sí, por mal que le vaya al pueblo, ellos seguirán manteniendo y aumentando sus privilegios al tiempo que la miseria y la pobreza irán instalándose en la sociedad. Entre ellos, de vez en cuando parecerá que se muerden para carnaza de sus mastines en tanto a los demás, ajo y agua.


Viñetas de Farruqo, eleconomista.es