Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.
sábado, 23 de octubre de 2010
Ad naúseam
Hubo un político, ministro incombustible, que siempre se salvaba de la quema en todas las remodelaciones. Era gallego y si recuerdo su nombre, lo escribiré. Pío Cabanillas. No era el único, había más. A la vista del devenir político, esta costumbre no se ha extinguido pues sigue habiendo personas que cambian de cartera como los manguis, con una facilidad pasmosa. Y no puede ser que estén capacitados para todas.
Esta discusión conmigo mismo no tiene a los políticos, en principio, como destinatarios, sino a esos periodistos y periodistas, u otras yerbas, que van de flor en flor, uséase de emisora en emisora bien sea de radio o TV, opinando sobre lo divino y lo hamano, cargados de razón y como el libro de Petete, de sabiduría.
Haylos que despiertan mi aversión automáticamente por sus opiniones y la forma de darlas. Hay tertulianos y tertulianas que da gusto escucharlos. Siempre moderados, emitiendo sabias opiniones o consejos ilustrados. Por contra, y más a raíz de la proliferación de emisoras de TDT, te encuentras con verdaderos correveidiles, y no me refiero a programas como los de Tele5 -esos perdidos-, en varias emisoras sean del signo idelógico que sean. Ya solo les falta tener el don de la ubicuidad. En especial hay una elementa, si supiera su nombre lo diría (Carmen Morodo), que tirando a la derecha, solo me falta encontrarla en la sopa.
No deja hablar a los otros contertulios. Siempre intenta descollar y arrumbar a los demás. Quizá tenga complejo de inferioridad, porque salvo en las emisoras de extrema derecha como Intereconomía o Veo7, en la mesa de diálogo siempre opera la cortesía aunque a veces discrepen los oponentes en sus argumentos. Ya hubo otra que se comportaba igual en Cuatro, la cual afortunadamente ha desaparecido. Todas y todos estos trashumantes provienen de El Mundo, Abc, y medios ultramontanos o digitales.
Por cierto que últimamente Abc ha abierto un canal en la TDT denominado La 10, donde por la noche emiten uno de estos programas. Y he de decir que su director, me gusta. Creo que es Ángel Expósito y la forma de conducirlo, lo hace ameno y agradable. No lo sigo, pero hago saltos entre CNN+, 24H y a veces me doy una vuelta por el. Nada de la repugnancia que generan en mí, Intereconomía y Veo7 donde el travesti PJeta hace de reinona omnipotente y omnipresente, verdaderos foros de gente canalla, resabiados y lobos sedientos de sangre (a veces pienso que real) de la ultraderecha más ultramontana.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)