Pues ya ve usté, porque se le está viendo el plumero, pollo. Yo soy el brazo justiciero de todos los concursantes rechazados que ahora le vamos a pasar factura por nuestras frustraciones. ¿Acaso solo puede salir agraciado el licenciado Vidriera, aunque su discurso sea huero pero quede bonito? ¿No puede tener mucho más mérito un objetor del arado con su tosca gramática, impregnada de la profundidad y la sabiduría del hondo surco y la reja abandonados? La endogamia, crea monstruos enamorados de sí mismos.