Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

jueves, 10 de noviembre de 2011

LA COÑA DEL TUITER

Cuando el diablo no tiene que hacer, con el rabo espanta moscas. Una verdad como un templo. Por eso yo, que no tengo nada en común con Lucifer, -salvo que un día acabaré en su marmita aunque si puedo se la volcaré como hicieron Sharon Stone y su compinche Richard Chamberlain en una peli cuando iban en búsqueda de las Minas del rey Salomón y los negros quisieron hacer escudella con ellos-, he tenido la ocurrencia de abrir una cuenta en el dichoso medio de moda, sobre todo entre los políticos.

No tengo ni puta idea de como funciona ni para que sirve. A más a más, teniendo los blogs abandonados, tal atrevimiento me ratifica en la afirmación inicial. O aquella otra que dice que "dios dá hambre a quien no tiene que comer" o al revés, que de la panza sale la danza y más vale morir harto a ver los perniles en fotografía. Aunque algunos dá gloria verlos ya que hambre, hambre..........hay muchas formas de sufrirla.