Quiero ser libre.
De angustias y sueños peregrinos,
de quimeras más o menos consumidas;
de su presencia tantas veces deseada
y otras tantas o más, desvanecida.
De ilusiones en fragmentos esparcidos,
por la vía estrecha de mi vida;
de mesetas ocultas tras la niebla
por cónsules traidores saqueadas;
de mis miedos y terrores enquistados,
en el fondo de mi alma corrompida.
Hace tiempo que mi tren descarriló
en un túnel angosto y sin escape
¡Cuán larga y oscura está la noche!
Hay demasiada gente, esto me abruma
¿no tienen otra cosa, otra faena
en que distraer su excursión eterna?
¿No oye doblar las campanas, madre?
No apague la luz, que no es de día,
debo hallar las huellas del sendero,
y la oscuridad, ya lo sabe, me da miedo.
De angustias y sueños peregrinos,
de quimeras más o menos consumidas;
de su presencia tantas veces deseada
y otras tantas o más, desvanecida.
De ilusiones en fragmentos esparcidos,
por la vía estrecha de mi vida;
de mesetas ocultas tras la niebla
por cónsules traidores saqueadas;
de mis miedos y terrores enquistados,
en el fondo de mi alma corrompida.
Hace tiempo que mi tren descarriló
en un túnel angosto y sin escape
¡Cuán larga y oscura está la noche!
Hay demasiada gente, esto me abruma
¿no tienen otra cosa, otra faena
en que distraer su excursión eterna?
¿No oye doblar las campanas, madre?
No apague la luz, que no es de día,
debo hallar las huellas del sendero,
y la oscuridad, ya lo sabe, me da miedo.
Aquí ha de ser.