Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

martes, 14 de febrero de 2012

Rincón del vago

Estoy preparando mi nuevo "libro" para competir en el Planeta. Me concederán el Cervantes, cuando las ranas críen pelo. Ya no tengo ganas de escribir, aunque me jode eliminar el blog. Ya vendrá el verano.

PD.- Los poetas son todos una cuadrilla de petulantes y mariponsones. Oírlos declamar o como se llame, genera en mí instintos sádicos y asesinos.