En una clase, al explicarle a un compañero
la relación que existía entre el lado y 1,41 en un cuadrado y 0,866 en un
triángulo, (de las cuales ahora no puedo dar fe, pasaron a mejor vida), éste me
preguntó si eran fórmulas empíricas. Confieso sin vergüenza que ignoraba por
completo el significado de aquellas palabras. Como sigo igual de desorientado, -a
algunos la vida nos ha hecho más viejos pero no más sabios-, me asomo donde no
me llaman pues la incultura es muy atrevida e irreflexiva. Todo sea por
mantener activa la mente a pesar del despropósito de pretender meterme en
camisa de once varas
La
única licenciatura que poseo la obtuve en la base aérea de Manises. Así que me
abstendré de fórmulas empíricas o pírricas para no hacer demasiado el ridículo.
Pero la vida, fórmulas, enseña un montón. Como a los soldados que estaban de
guardia en el garaje de los coches oficiales, en Valencia capital. Uno de ellos,
tenía el coche aparcado enfrente. Al salir el auto que había detrás, le rompió
el piloto trasero ¡Gran alboroto! El conductor le dio 10 duros, “y no se hable
más”
-Vamos a ponerlo otra vez a ver si el
siguiente también lo “rompe”. Visionario que era el mozo. Otros 1010 duros al
bolsillo. Me he preguntado si ya estaría previamente roto el piloto y si
seguirían usando la “fórmula empírica” para cazar incautos
Desde que Sara Mago, para bochorno de muchos,
transmutó en una presunta cantante, cualquiera puede ser el number one, (yo me
pido el 10). El abuelo de mi santa, vivió convencido de que la tierra era plana.
“Hijo, no le des más vueltas”. Como en los tiempos del Galileo. Por cierto que
tuvo suerte, el abuelo no, el Galileo; siglos más tarde hubiera sido quemado en
la hoguera por hereje, sin pasar por la cruz. Al otro, casi le dan matarile por
empecinado. “Eppur si muove”. Con
10..Y como esta antitesis, solo dispone de 11111011100 espacios, poco más puede dar de si. Las fórmulas, empíricas o no, las dejo para los doctos; yo, solo pasaba por aquí.