Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

domingo, 1 de julio de 2012

Mi querida España

Reniego en muchas ocasiones del fútbol por más que fundados argumentos, pero cuando como hoy, un grupo de hombres jóvenes nos dan la alegría de ser los mejores en algo, con las amarguras que estamos soportando, no queda más remedio que sentirse orgulloso de ser español y sumarse a esa alegría desbordada que nos invade a muchos millones de españoles. Para algo que nos sale bien, no vamos a ser tan bordes o gilipollas de no aprovecharlo.
Chavales, ¡¡Viva la madre que os parió!! Nos sentimos orgullosos de vosotros.
Quien al oír viva España, con un viva no responde, si es hombre no es español y si es español, no es hombre.

Hoy tengo ganas de tí

Con la coartada de la película del mismo nombre que estos días se estrena en los cines, quería escribir esta entrada eterea y sinsentido. Pero no necesito escusas banales, o no, para soltar mi alleluya para hoy.
Tengo ganas de tí, hoy y siempre; de polvo de estrellas errantes o fugaces que en la noche surcan mis sueños y en la mañana se demuestran tan fugaces que son inexistentes; de caminos tan levemente andados, que siempre quedarán en la memoria como inexplorados; de aquellos que fueron muchos y hoy están cubiertos por salvaje follaje inane; de tantas y tantos que pudieron ser y no fueron...
Como en la canción que en mi niñez estaba en boga, "Camino verde", "...la fuente se ha secado..." y las azucenas no volverán a florecer hasta la próxima primavera aunque, de vez en cuando, el mástil de la bandera, autónomo como siempre, proclame con altivez que sigue listo para explorar caminos, sendas o espacios siderales, aunque a continuación, del mismo modo autónomo que emergió, se marchite y no haya recuerdo que le haga salir de su sopor e inconsciencia. Sí, hoy, tengo muchas ganas de tí.