Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

sábado, 1 de junio de 2013

SON UNOS HIJOS DE PUTA

Y me llegó la hora de retratarme ante el fisco. Y solo se me ocurren insultos sin cuento ante el robo descarado de estos hijos de puta que se denominan a si mismos políticos. ¿No habrá nadie con un par de cojones que tire del carro para arrasar a este cáncer que nos está llevando a la ruina, la miseria física y moral, y poco a poco a la muerte? Hay que acabar con ellos antes de que sea tarde.