-Pues cuando a mí se me llevaron, -recuerda que tú ya hacía años habías vuelto jubilado con honores-, ya circulaba el ferrocarril y nos facturaron a Calatayud y Zaragoza. Corrimos media España y también nos llevaron a embarcar a Málaga. Luego en el barco, qué mareo; íbamos rodando por cubierta de lado a lado, menos mal que nos libramos de caer al mar.
(Jo, en todas partes cuecen habas...)