Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

martes, 5 de noviembre de 2013

COMO EL PERRO DEL HORTELANO (ni joden ni dejan, pero cobran por ello)


Sr. Andrés Gimeno:

El pasado lunes 07 del corriente, llamé a su despacho con el fin de que me orientara e informara sobre un golpe que le dieron a mi coche en el garaje a resultas del cual (aparte sus propios daños) la puerta del trastero resultó dañada y bloqueada Y aún sigue así. Antes de nada he de decir que el causante, vecino de Averroes 14, no se escabulló sino que me llamó e hicimos el parte de accidente correspondiente.

Me dijeron que usted estaba hablando por teléfono, supongo que como siempre, y cuando mencioné al seguro comunitario, la persona al teléfono me dijo que ellos no querrían saber nada. Cuando el viernes pasado hizo presencia el perito de mi seguro de hogar, me comentó que, de no haber tenido ese seguro, el comunitario debería haberse hecho cargo de la reparación. Entiendo que no del coste, pues está claro quién debe asumir el mismo.

Mi queja está motivada por el nulo interés demostrado por la persona al teléfono y mucho menos por su apoyo. Quienes esporádicamente nos encontramos en situaciones que nos superan, esperamos algo de empatía de quienes, en teoría, están capacitados para ayudarnos y apoyarnos, aunque no sea nada más que, por ello, religiosamente les pagamos.

Atentamente