Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.
martes, 16 de septiembre de 2014
NÁUFRAGO DE MI MISMO
Estoy en el pueblo, huyendo de casa donde cada día si o sí, hay bronca siempre por lo mismo. La puta limpieza; la puta estancia permanente en las lamentaciones inútiles; el abandono a su antojo de los tratamientos que le recetan en la Unidad del Dolor; la lengua larga y la inteligencia en el culo.... el negativismo total y absoluto; mi locura, machismo, ordeno y mando..... y la negativa a ser la rumana y el monito que obedece a su dueña en todo cuanto ésta le pide. Me duelen hasta los huesos de las falanges de los dedos. No entiendo nada. El viernes noche, pilló y se quitó el parche que le recetó el médico; el sábado mañana, amaneció como una rosa eso sí, no se lo digas porque aparte de liarla resulta que tiene dolores hasta en el carné de identidad. Se lía a limpiar como una posesa histérica y luego a lamentarse de que está así...porque lo que ella ha hecho no lo hace nadie, o sea, no me pasa por los cojones hacerlo a mí. Y lo que es peor de todo: NO SE CALLA CON RAZÓN O SIN ELLA ni aunque la mates. Antes muerta que callada. Luego esta mañana, cuando me venía, viene a que le dé un beso; o cierras los ojos y te callas o follón de despedida. Si me vengo al pueblo por perderte de vista ¿todavía mi pides un beso? si me tienes hasta los mismísimos, vete a la mierda doña perfecta. y encima me está enviando whatsapp sin cuento dándome consejos y demás, me cagüen la....
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