Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

jueves, 6 de marzo de 2014

CAMINO ...... DE ESPINAS

Desde el fatídico día que tomé la decisión de cambiar de proveedor de fijo y ADSL, el efecto de la anestesia, todo han sido sinsabores y malas noticias. Perdí el nº de teléfono fijo, el ADSL y el móvil. Pude recuperar el fijo pero las desgracias se suceden una tras otra.

Los hijoputas de Jazztel siguen cargándome facturas por no se qué, pues no me envían justificantes por escrito. Tengo el asunto en manos de la asociación de consumidores pero por lo que estoy viendo, salvo que los mafiosos quieran, ni asociación ni ostias, siguen haciendo lo que les pasa por los huevos. ¿Qué puedo hacer aparte de devolver los recibos? Lo haré pero estoy esperando a ver si sacan algo en limpio en consumo antes de bloquear la cuenta para estos ladrones

Opté por timofónica para recuperar el fijo y el ADSL. Me han cargado una factura de casi 57€ cuando lo que yo contraté -y a la chica de la tienda expresamente le hice me lo escribiera en el contrato- costaba 41,5€. . Ya les he amenazado que cuando transcurran los seis meses de permanencia, los dejaré. Otro frente y otra afrenta.

A mi madre la están amenazando con cortarle el gas pues alegan ha devuelto el último recibo. En la caja no saben nada y ella mucho menos. Les he amenazado con cambiarla de proveedor.

Pero las desgracias no vienen nunca solas. El proveedor que quería contratar, que es el mío, ayer me dejó pasmao. El año pasado he pagado un dineral en gas y yo sin darme cuenta. Compruebo facturas y cargos en la cuenta y no casan ni con loctite. Nueva guerra abierta; también los he amenazado con cambiarme a otro mafioso suministrador pero el problema es el mismo que sucede con las telecos ¿con cuál si casi no quedan y son todos igual de ladrones, estafadores y sinvergüenzas?. Me va a dar algo. ¡Lástima de guillotina! Aunque me conformaría con cortarle los huevos a alguno (o a alguna lo que proceda, que haberlas haylas, como las meigas).

De siempre lo he oído: De molinero saldrás, pero de ladrón, no escaparás