Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

sábado, 21 de junio de 2014

GRAN CABRONADA

Ayer, martes 17 de junio a las 16 horas, me paró la guardia civil en Calamocha, Teruel. Debido a que tenía el carné caducado, cosa que ignoraba pues esperaba que la DGT me avisara, me impusieron una multa y se quedaron con él y el vehículo inmovilizado. Pero eso no fue lo peor; nos mantuvieron retenidos en el vehículo más de 20 minutos impidiéndonos, de malos modos y de forma totalmente autoritaria y arbitraria el bajar la ventanilla, abrir la puerta y bajar del vehículo. Ante la reiterada petición de explicaciones, no se nos dio ninguna que fuera coherente con el tremendo delito que estábamos cometiendo. “NO salga del vehículo, no abra la puerta, no baje la ventanilla”. Intolerable, chulesca y dictatorial la actitud de los guardias. Ante los requerimientos de un Oficial de la Armada que me acompañaba y que reiteradamente intentó identificarse para saber de qué se nos “protegía o acusaba”, la misma respuesta.“NO salga del vehículo, no abra la puerta, no baje la ventanilla”. “Es intolerable, este trato es humillante, este tío es un macarra”. Cuando por fin vino el que debía ser el jefe de la patrulla, mi copiloto se identificó y a su vez le pidió su identificación.
 
                ¿Puedo y dónde debería hacerlo, presentar una denuncia contra esa patrulla de la guardia civil, por trato intimidatorio y lo anteriormente expuesto?. 20 minutos retenidos dentro del coche a las cuatro de la tarde y en esas condiciones no puedo dejar de denunciarlo. Es inadmisible y degrada la autoridad que puedan tener esas personas, a la de chulos barriobajeros, delincuentes uniformados.