Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

martes, 25 de agosto de 2015

HOY, SAN GINÉS

 

De nuevo, un año más, san Ginés. Día grande a lo largo de la historia en el colectivo peracensino. Atrás quedan vidas, ilusiones, esperanzas, desengaños, frustraciones y quimeras. Ninguna de ellas volverá a materializarse. Lejos queda ya la pelea e ilusión por subir la bandera al cerro; por cantar sus Gozos en las novenas con la esperanza puesta en que tu voz sea escuchada por alguien en el "patio de butacas" de la iglesia; de aprovechar la procesión del Cerro para llenarte la vista y la mente de aire.... Y todas ellas, diferentes o no, solo existentes en la imaginación de cada uno de los vivos, se esfumarán el día que cada cual tenga asignado, ocupando en otras mentes vivencias diferentes pero que seguro habrá una común a cuantos han sido y serán en nuestro pequeño pero amado pueblo turolense: la devoción al santo que pasa el año en lo alto del cerro de su nombre, coronando la Sierra Menera. Al margen de creencias, no creo haya nadie, nacido allí, para el que este día pase desapercibido. Esas vivencias acudirán a su memoria y unas le harán feliz y otras quizá asomar alguna lágrima rebelde en pos de algo que nunca pudo ser.