Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

sábado, 24 de octubre de 2015

COCINA DE AUTOR: JUDIAS BLANCAS ESTOFADAS

Uno de los platos que recuerdo de mi niñez y que me siguen gustando un montón, son las judías blancas en ensalada o estofadas. Pero han de ser naturales, no de bote.

El día anterior las pongo a remojos con agua fría. Dos puñados míos, por persona. A la mañana siguiente, a cocer con agua fría, un par de dientes de ajo y una hoja de laurel. Cebolla cortada fina, yo pongo media de tamaño mediano y a hervir despacio. De vez en cuando las "asusto" con un chorro de agua fría. Cuando ya se observa que la judía esta casi cocida, le pongo sal y añado una chorrada generosa de aceite de oliva. Dejar hervir sin que se deshagan ni peguen en la perola hasta que el aceite haya emulsionado con el agua y apagar. Dejar reposar un rato y antes de que se enfríen, a comer. Si al comensal le gusta el vinagre, un toque de un buen vinagre le va bien ¡pero con cuidado!

Una aclaración: todas mis incursiones en la cocina, suelen ser comida casera, de la que cada día se sirve en las casas, no en restaurantes u hoteles de muchas estrellas en los que, a poco que te descuides, te matan de hambre aunque sea con nombres muy rimbombantes.
 
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