Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

viernes, 26 de febrero de 2016

COCINA DE AUTOR. MENÚ DEL DÍA

Antaño en el pueblo, la cuaresma se respetaba escrupulosamente en todos sus mandatos. Los viernes, ayuno y abstinencia salvo los pudientes que, a base de dinero, se libraban de todas las obligaciones impuestas por la santa madre iglesia. Mis padres han seguido, quizá por la fuerza de la costumbre, con esa costumbre religiosa. Las religiones, en general, son una aberración. TODAS. Imponen a sus seguidores una limitaciones rayanas en el despotismo abyecto de quienes no cumplen las normas que imponen.
 
Ayuno, cuando la mayoría se hubiera conformado con ayunar todos los días a cambio, eso sí, de hacer una comida decente al menos una vez al día. Abstinencia de comer carne, yo me río de janeiro. ¿Carne? Hoy la tenemos por castigo, entonces..... salvo el cerdo, alguna oveja esporádicamente y para de contar. La ternera no se conocía. El conejo, o los pollos, criados en casa pero de ciento a viento. Algo de caza menor y fiesta. O sea, corderico y lechal o cabrito, ni de coña, como comprar bulas.....
 
Hoy me he preparado una comida de vicio. Judías de Pilar con arroz y huevos rellenos. Comida de cuaresma.... pero sin cuaresma. Las judías han salido buenísimas y con trampa -un poco de jamón- para dar sabor y los huevos, aparte de que duros ya son comestibles, con un relleno de atún, olivas rellenas, pimiento y jamón.... pues que te voy a contar.