Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

viernes, 25 de marzo de 2016

SIMON AND GARFUNKEL


 
Mi querido padre, en sus últimos años, se emocionaba fácilmente. Mi decrepitud debe avanzar a pasos agigantados pues las lágrimas y la depresión me invaden por cualquier motivo. Estas canciones son una muestra de ello. Mi tía, ayer, me rogaba que si me sentía agobiado, nunca hiciera lo que Ángel ......