Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

jueves, 31 de marzo de 2016

GROSSEN PUTADEN

Aburrido de dar vueltas a los periódicos digitales que salvo cataclismos dicen lo mismo por la mañana, se me ha ocurrido escribir en el buscador la frase que ya he utilizado en alguno de mis escritos y que yo creía original. ¡Menuda sorpresa! la de resultados obtenidos. La gente usa esta expresión lo mismo que lo hago yo: para reflejar la contrariedad sobre un hecho personal, o no, sin escribir gran putada que sería lo correcto. Y es que está todo inventado.