Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

sábado, 23 de abril de 2016

HOY, UN AÑO QUE ESTAMOS JUNTOS


Tal y como la letra de la canción de Amaral dice: “Como hablar, si cada parte de mi mente es tuya….” En realidad, la transcribiría toda aunque me acusaran de plagio, pues sería la mejor manera de definir los sentimientos que quiero expresar.
Un año ya. Qué inescrutables son a veces los designios del destino. Sabes que mi soledad me inducía a buscar compañía a pesar del miedo que me detenía por temor a un desengaño y de no saber estar a la altura. Meses de búsqueda ansiosa en medio del frio ambiental e interior, fracasos y errores incluidos. Cuando ya dudaba y me daba por vencido, el azar te puso en mi camino.
Tras unos breves contactos fui a verte a tu casa, a tu familia y ya no nos separamos. Me has dado alegría, compañía y han aflorado unos sentimientos ocultos que no sabía existían en mí. Difíciles de expresar por cuanto están ahí y son solo para ti, imposible de enunciar pues me falta capacidad expresiva. Me haces decir palabras, a veces incoherentes, que brotan del fondo de mi corazón y mi mente como agua cristalina en una fuente inagotable. Cierto es que hubo momentos de zozobra y desánimo felizmente superados.
Cuando echo la siesta, acurrucada entre mis piernas siento que te necesito a mi lado. Duermes en tanto vigilo que permanezcas feliz y confiada. Intento comprender tu mirada limpia y amorosa que sigue todos mis movimientos con el fin de leer en ellos mis deseos adelantándote  al siguiente paso.
Has conquistado el corazón de casi toda mi familia.  Me has ayudado a calmar mi ansiedad y comprender mejor que hay que ser comprensivo con los demás; nadie somos perfectos.
Es posible que pudiera reflejar mejor lo que siento por ti, mas no aumentaría mi amor. Tus lloros lastimeros cuando percibes que nos vamos a separar, me hacen sentir mal; no quieres saber de razones, solo mi presencia y mis brazos te hacen sentir tranquila. En cuanto a mí, recupero a Amaral: “Sin ti no soy nada”
Te amo, Laika.