Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

miércoles, 4 de mayo de 2016

MY PUPPY y la paella

El fin de semana pasado nos juntamos en el pueblo con el tío y su familia y como era preceptivo, hice la enésima paella con caracoles, que estuvo muy rica por cierto. Me he convertido en el arrocero oficial del clan siempre que nos juntamos. A la hora de comer le dije al tío: "No se muera que si no, se acabaran estas lifaras". Y es cierto, el día que el tío falte, se acabarán para él y para nosotros. Su hija, digna heredera de su madre, parece un hurón al que es imposible sacar de su madriguera; el primo, ....... sin comentarios. La mujer también.
 
En fin, mientras ese momento llega, la partida definitiva de alguno de nosotros, seguiremos disfrutando de arroz con caracoles en paella. Una lástima que ahora ya no dispongamos de liebre, porque ese arroz, no tiene rival.
 
Por cierto que el tiempo, fatal hasta el domingo; airazo y frio. El lunes, pasable y ayer martes, cojonudo. Claro, los domingueros, ya habían regresado a sus orígenes.
 
Y Laika, la mas bonita del mundo mundial.