O eso dicen. Salvando el río Pancrudo, esas son sus aguas, existe desde la antigüedad este puente en desuso por razones obvias. A escasos veinte metros de su desembocadura en el río Jiloca, a espaldas del fotógrafo. Ahora da gusto estar a la sombra de los árboles; tiene mesas preparadas para pasar un rato o el día allí. En Luco, Teruel.
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