Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para callarse.

martes, 1 de agosto de 2017

A PROPÓSITO DEL PALIO

Muchas fueron las veces que los jerarcas eclesiásticos pasearon bajo palio al golpista del 36 cuando acudía a las catedrales. Supongo que tan alto personaje solo iría a las iglesias de super standing y en el caso de pisar alguna humilde, nunca faltaría el obispo de turno para darle la bienvenida.

La iglesia de mi pueblo era mucho más de andar por casa pero con eso y todo, mosén Gareta en los días rimbombantes de celebración religiosa, el Corpus sobre todo, paseaba la custodia con la Hostia dentro bajo palio por toda la iglesia y si se terciaba, por el pueblo.

Hacían procesión por el pueblo y en algunos portales de las casas, habilitaban unos altares provisionales para celebrar la festividad. Al llegar a ellos, el señor cura bendecía la susodicha casa, todo siempre bajo palio sostenido y portado, como no podía ser menos, por las autoridades locales. Tales distinciones en aquellos años de parte y cumplir con parroquia, recaían en personas de solvencia y afectas al régimen como no podía ser menos. Era como juan palomo, ellos se lo guisaban y comían sin el concurso del vecindario. Sin duda aquellos polvos trajeron estos lodos.

A veces los más vagos han aprovechado las querencias y posos envenenados de aquellos años para medrar en los nuevos viejos tiempos donde se renovaron los mismos perros con diferentes collares, pero las mismas ideas y objetivos. Y es que hace falta ser inútil para mantener bajo palio o portarlo a los mismos caciques que siempre velan por sus intereses aunque se les llena la boca -y a la vez el bolsillo o la cuenta en Suiza- repitiendo sin desmayo la gran vocación de servicio hacia los contribuyentes. Buena muestra de ello, la cantidad de putas que hemos tenido que pagar al viejo carcamal que nos ha explotado y exprimido como a limones. El hijo, para no ser menos, ya inició su andadura con una que tenía hecho el camino de Damasco, ida y vuelta.

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